Actores para el Oscar (VI): Morgan Freeman

Van transcurriendo las semanas y cada vez parece más firme que la terna para alzarse por el Oscar a Mejor Actor estará entre Colin Firth (A Single Man), George Clooney (Up in the Air) y Morgan Freeman (Invictus).

Las buenas críticas que los dos primeros han ido recibiendo, son un valor seguro para confirmar que estarán nominados pero ¿por qué hay tanto convencimiento que Freeman es el tercer pilar? Apenas hace cinco días que conocimos el traíler de Invictus, un primer (y único) acercamiento a su encarnación de Nelson Mandela, pero hay una esperanza férrea. Quizá la respuesta esté en los antecedentes, concretamente, en las fructíferas colaboraciones anteriores entre Morgan Freeman y Clint Eastwood: Unforgiven (1992) y Million Dollar Baby (2004). Actor y cineasta son queridos por la Academia y si, como presumiblemente se espera, la película convence, sin duda, el mayor beneficiado puede ser su protagonista.

Hoy conoceremos, más de cerca, a uno de los mejores actores de Estados Unidos.

Morgan Porterfield Freeman Jr. nació en la ciudad de Memphis (Tennessee) el 1 de Junio de 1937, hijo de Morgan Porterfield Freeman Sr. y Mayme Edna Revere. Estudió en Los Angeles Community College, donde mostró interés por el teatro 'amateur' que abandonó para trabajar, entre 1955-1959 como mecánico de las Fuerzas Aéreas del Ejército de EE.UU.

Con el inicio de la década de los 60, Morgan se verá decidido a retomar su afición juvenil, instalándose en Nueva York y consiguiendo sus primeros papeles en el off-Broadway, llegando a debutar en el musical Hello Dolly (1968) (cuya versión cinematográfica, dirigida por Gene Kelly, se estrenaría al año siguiente) y en la gran patalla, aunque desacreditado.

Su primer papel oficial en el cine lo encuentra en el drama familiar Who Says I Can't Ride a Rainbow! (1971), de Edward Mann. Aunque la dácada de los 70 la dedicará, cas por completo, a trabajos televisivos: iniciando esta nueva etapa con la serie The Electric Company (1971-1977), que compaginará con colaboraciones en algunos telefilms y obras de teatro.

Ya en los 80, Freeman se marca nuevos objetivos y dirige su mirada al cine, apareciendo en largometrajes como Brubaker (1980), de Stuart Rosenberg; Harry & Son (1984), de Paul Newman; o Street Smart (1987), de Jerry Schatzberg, que le valió su 1ª nominación al Oscar, en la categoría Mejor Actor de Reparto. Esta progresiva presencia en la gran pantalla aún la compagina con sus trabajos para la televisión, destacando su encarnación de Malcolm X en Death a Prophet (1981).

Pero sin duda, la película por la que nuestro actor dará un vuelco a su trayectoria llegará a finales de esa década. Driving Miss Daisy (1989), de Bruce Beresford, le propiaciará, entre otros, el Oso de Plata en la Berlinale y el Globo de Oro a Mejor Actor Dramático. Además, este melodrama triunfará en los Premios de la Academia con 4 Oscar (Freeman nominado como Mejor Actor Protagonsita perdió ante un contundente Daniel Day-Lewis en My Left Floot).

Sin embargo, el buen sabor de boca que dejó será suficiente para involucrarse en superproducciones como The Bonfire of the Vanities (1990), de Brian de Palma (junto a Tom Hanks, Melanie Griffith y Bruce Willis); Robin Hood: Prince of Thieves (1991), de Kevin Reynolds (con Kevin Costner, Alan Rickman o Christian Slater) que si bien no suponen retos interpretativos, proyectarán su figura internacionalmente.

Aún así, Freeman no se cegará y sabrá escoger también buenos papeles que le consolidarán en la estrella que es. Así, participa en verdaderas obras clásica del cine actual: la ya mencionada Unforgiven (1992), será su primera colaboración con Clint Eastwood y toda una revisión del género de western ganadora de 4 Oscars (incluyendo Mejor Película); el intenso drama carcelario The Shawshank Redemption (1994), de Frank Darabont que le llevará a su 3ª nominación al Oscar (la 2ª como Mejor Actor Protagonista) (dicha película fue la gran perdedora de esa noche, marchándose de vacío del Shrine Auditorium de Los Angeles pese a sus 7 nominaciones); o el thriller Se7en (1995), de David Fincher, donde ensombrecía al mismo Brad Pitt.

Los grandes directores se lo disputan, así Steven Spielberg lo reclamó para Amistad (1997) con unos resultados que no fueron los esperados; aunque él se deecantará por un cine de acción grandilocuente: Deep Impact (1999), de Mmi Leder; el thriller: Along Came a Spider (2001), de Lee Tamahori; High Crimes (2002), de Carl Franklin;... y la comedia: Nurse Betty (2000), de Neil LaBute; Bruce Almighty (2003) y Evan Almighty (2007), de Tom Shadyac.

Su reencuentro con Eastwood, 12 años después de Unforgiven, marcará un antes y un después: Million Dollar Baby (2004) llegará casi por sorpresa, sorprendiendo a propios y extraños y venciendo a la favorita durante toda la carrera (The Aviator) con 4 Oscars, ganando Freeman en la Categoría de Mejor Actor de Reparto a sus 67 años.

Veterano y oscarizado, se involucra en la saga Batman: Batman Begins (2005) y The Dark Knight (2008), ambas de Christopher Nolan; tontea con el cine independiente: 10 Items or Less (2006), de Brad Silberling; se reencuentra con Bruce Beresford en The Contract (2006); y no abandona el género donde más cómodo está, el thriller y el cine de acción: Lucky Number Slevin (2006), de Paul McGuigan; Wanted (2008), de Timur Bekmambetov;....

Este 2009 Morgan se vuelve a poner bajo las órdenes de dos viejos conocidos como son Mimi Leder, en The Code, y, sobre todo (y mucho más esperado) su mano a mano con Clint Eastwood en Invictus (iba a titularse originalmente The Human Factor). La historia nos habla que sus dos anteriores colaboraciones produjeron auténticas obras maestras ¿Será Invictus la que cierre esta pseudo-trilogía? Papeletas no le faltan, siendo una de las películas, junto a Lovely Bones, Nine y Avatar, más esperadas desde hace varios meses.

Su encarnación del primer presidente de Sudáfrica parece llamada a ser historia, Todos esperamos que así sea y que la Academia juzgue con justicia a una de sus leyendas vivas.