miércoles, 18 de noviembre de 2009

Actores para el Oscar (X): Jeff Bridges

“Los últimos serán los primeros...” Hoy conoceremos al último que se ha unido en la ardúa carrera por el Oscar a Mejor Actor Protagonista. Su nombre, seguramente, le sea familiar pero... ¿quién es Jeff Bridges?

Jeffrey Leon Bridges, nació el 4 de diciembre de 1949 (a punto de cumplir los 60 años) en Los Angeles, California, en el seno de una familia de actores. Sus padres fueron la estrella televisiva norteamericana Lloyd Vernet Bridges Jr. (Lloyd Bridges) y Dorothy Louise Simpson (también conocida como Dorothy Dean o Dorothy Bridges), actriz y poetisa. El matrimonio, que duró 60 años (desde 1938 hasta la muerte de Lloyd en 1998), dio como frutos cuatro hijos: Beau Vernet (Beau Bridges, también actor), Garrett Myles (fallecido prematuramente en 1948), Jeffrey Leon y Lucinda Louise (Cindy Bridges, actriz ocasional).

A los dos años, el pequeño Jeff apareció, sin acreditar, junto a su hermano Beau y su madre, en el film de John Cromwell The Company She Keeps (1951), repitiendo experiencias efímeras en las series protagonizadas por su padre como Sea Hunt (1958), The Lloyd Bridges Shows (1963) o The Loner (1965). Influenciado por su progenitor, se decidió a estudiar interpretación al lado del prestigioso Herbert Berghof en Nueva York, debutando, profesionalmente, en la tv-movie Silent Night, Lonely Night (1969), de Daniel Petrie, y en el cine con el drama Halls of Anger (1970), de Paul Bogart. La suerte llamará rápidamente a su puerta: el hasta entonces crítico cinematográfico Peter Bogdanovich le selecciona, personalmente, para co-protagonizar su ambicioso proyecto tras las cámaras The Last Picture Show, donde se reunirá con promesas como Thimothy Bottoms, Ellen Burstyn o Cybill Sheperd, junto a los consagrados Ben Johnson y Cloris Leachman. El largometraje lanzó al estrellato, de inmediato, a sus emergentes protagonistas, siendo todo todo un éxito de crítica y público, nominado a 8 Oscars, incluyéndose la de Bridges como Mejor Actor de Reparto, que no pudo conseguir al caer frente a su propio compañero del cast, Ben Johnson.

Catapultado por la prensa como el actor más deseado del momento, Bridges fue enlazando romances con cada actriz que compartía cartel: así, en Fat City (1972), de John Huston, inició un breve noviazgo con Candy Clark, y en The Last American Heroe (1973), tuvo un affaire con Valerie Perrine. Retomando su relación, infructuosa, con el Oscar en 1974, volviendo a ser nominado a Mejor Actor de Repato por su papel en el film de Michael Cimino, Thunderbolt and Lightfoot (en España, se llamó Un Botín de 500.000 dólares).

Durante el rodaje de Rancho Deluxe (1975), de Frank Perry, conoce a la que se convertirá en su esposa, la fotógrafa Susan Geston, configurando uno de los matrimonios más consolidados (y duraderos) de Hollywood, padres de tres hijas: Isabelle (1981), Jessica (1983) y Haley (1985). Sin embargo, esta nueva etapa en su vida personal coincidió con un estancamiento en su carrera, iniciado con la revisión del clásico de 1933, King Kong (1976), de John Guillermin. Sólo las películas de culto de ciencia ficción TRON (1982), de Steven Lisberger, y, posteriormente, Starman (1984), de John Carpenter, levantaron su trayectoria, siendo nominado por este último trabajo al Oscar como Mejor Actor Protagonista.

Su nueva etapa profesional abarca títulos de mayor envergadura como The Morning After (1986), de Sidney Lumet, junto a Jane Fonda; Tucker (1988), de F. F. Coppola; y The Fabulous Baker Boys (1989), de Steve Kloves, donde compartía créditos con su hermano Beau (de hecho, en el film interpretaban a dos hermanos pianistas de jazz) y Michelle Pfeiffer.

La última década del siglo XX la iniciará con la fallida secuela de The Last Picture Show, llamada Texasville (1990), a la que seguirán proyectos más interesantes como la fantástica The Fisher King (1991), de Terry Gilliam; Fearless (1993), de Peter Weir; The Mirror Has Two Faces (1996), de Barbra Streisand; y, sobre todo, The Big Lebowski (1998), de los hermanos Coen.

Convertido en un actor de prestigio indiscutible, ha mostrado su talento en el thriller: Arlington Road (1999), de Mark Pellington; The Contender (2000), de Rod Lurie, por la que fue obtuvo 4ª nominación al Oscar (la 3ª como Mejor Actor de Reparto); o Scenes of the Crime (2001), de Dominique Forma. El drama: Seabiscuit (2003), de Gary Ross; o The Door in the Floor (2004), de Tod Williams. Y títulos experimentales como Masked and Anonymous (2003), de Larry Charles; o Tideland (2005), su re-encuentro con Gilliam. Haciendo espacio para las superproducciones, como Iron Man (2008), de Jon Favreau.

Crazy Heart, del debutante Scott Cooper, nos devuelve al mejor Jeff, con un personaje enviado a los infiernos del alcohol y la soledad en pos de la remisión. Una actuación, sin duda, afín a los gustos de los académicos (algunos ya le ven parelismos con The Wrestler) y que, sin duda, alterará (si no lo ha hecho ya) los pronósticos en la Categoría de Mejor Actor Protagonista.

Firth, Clooney y Freeman no estarán muy tranquilos...

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