Mariah Carey, en "circunstancias extrañas" en Palm Springs

ABC.es: Mariah Carey, que se las da de «diva», parece no saber que para ganarse ese epíteto hay que tener «glamour», ser elegante y por qué no, estar siempre estupenda. En una reciente entrega de premios, la cantante, incapaz de articular palabras, delataba algo más que emoción al recoger el premio que el Festival Internacional de Cine Palm Springs le otorgaba por su papel en la película «Precious», dirigida por Lee Daniels.

Con la voz un poco afectada, con risitas de niña traviesa y tambaleándose se dirige al público: «Por favor, perdonadme, porque estoy un poco... ¡sí!» mientras desde el auditorio sugerían finales para la frase; de la que ella se rió, por lo visto, fue una grosería.

Acto seguido Carey divagó sobre la primera vez que leyó «Push», el libro que inspiró la cinta; sobre cuando conoció a su autora, Sapphire, y sobre su emoción al conocer a otra de las agasajadas de la noche, la ganadora del Oscar Helen Mirren, quien Daniels dijo, rechazó el papel en «Precious».

Mientras alababa el trabajo de Daniels, Carey espontáneamente estalló en aplausos.

El discurso, originalmente de siete minutos, fue una sucesión de frases sin sentido. La revista «People» una de las que se ha hecho eco de esta estrafalaria intervención y se pregunta si está afectada por el Jet Lag, una borrachera o los nervios. La diva, aventuraba Perez Hilton en su blog, podría haberse «pasado» un poco con el vodka. El caso es que un minuto antes de que Carey finalmente bajara del escenario, el público había comenzado a aplaudirla a ella y a Daniels, que la acompañaba, para que terminasen de una vez por todas. «Les agradezco a todos por escuchar mi pequeña charla», dijo Carey cansinamente. «Y que Dios los bendiga».